Salí del bar y lo vi, esquivando a la gente con la lengua afuera y la mirada desatada: el mismo perro que nos había seguido la noche anterior. En ese segundo me prometí escribirlo todo.
martes, 23 de agosto de 2011
Podrás mirar al miedo a los ojos cuando sepas de memoria el camino de regreso al amor.
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