Salí del bar y lo vi, esquivando a la gente con la lengua afuera y la mirada desatada: el mismo perro que nos había seguido la noche anterior. En ese segundo me prometí escribirlo todo.
jueves, 18 de agosto de 2011
Infante
Voy a regresar
al campo y
a los nueve años
sabiendo
que el miedo a ser leída por los ojos de
los caballos
(animales de manada y de fuga)
reaparecerá.
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