Salí del bar y lo vi, esquivando a la gente con la lengua afuera y la mirada desatada: el mismo perro que nos había seguido la noche anterior. En ese segundo me prometí escribirlo todo.
jueves, 16 de junio de 2011
Un poema sin la palabra rocío
Vamos a escribir dos poemas
Sentados con las piernas cruzadas
Cada uno en un extremo del campo
Un domingo a las siete de la tarde
Puteando a los mosquitos
Mojándonos el culo con la humedad
del pasto
Vamos a escribir dos poemas
Y sin saberlo
Las palabras de cada uno
que no son de nadie
van a volar
Sobre las vacas
Sobre las osamentas
Sobre las hormigas
Sobre el barro del camino de tierra
Sobre los nidos de los horneros
Sobre la bosta de los caballos
Hasta encontrarse
Pegotearse
Y hacer el amor
sobre el lomo en paz
de ese perro dormido
junto a la tranquera.
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Muy bueno, simple, y bueno.
ResponderEliminarSaludos!