Salí del bar y lo vi, esquivando a la gente con la lengua afuera y la mirada desatada: el mismo perro que nos había seguido la noche anterior. En ese segundo me prometí escribirlo todo.
jueves, 7 de julio de 2011
Ser los no
Pero también soy ese renglón que me salteé, ese apunte que no leí, ese cuaderno perdido. No sólo este cuarto lleno de libros dormidos que se dejan agarrar.
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