Existe un lugar en lo manso del abrazo que duerme adentro mío en donde los dientes que se asoman de tu sonrisa liviana siguen teniendo catorce años y te siento mirarme con ojos de niña-mujer que todavía no conoció el dolor pero que sabe que tendrá, cuando llegue, la fuerza de una luna llena de vida en verano para resistirlo.
Existe un lugar en lo azul de mi llanto calmado en donde siguen vivas tus palabras de duende sabio y tu complicidad imposible y hermosa, empapelada de corazones rojos.
Existe un lugar en mí, entre ancestral y aniñado, en donde vos seguís siendo mi espejo, mi doble, mi refugio, mi mejor y más íntima amiga.
Te adoro.
(con todo lo que late en mí más allá de la mente y las palabras)
*Especialmente dedicado a la suerte de oveja que vive en Nueva York y a la que tanto extraña esta pobre coneja de hocico tibio y asustado.
Existe un lugar en lo azul de mi llanto calmado en donde siguen vivas tus palabras de duende sabio y tu complicidad imposible y hermosa, empapelada de corazones rojos.
Existe un lugar en mí, entre ancestral y aniñado, en donde vos seguís siendo mi espejo, mi doble, mi refugio, mi mejor y más íntima amiga.
Te adoro.
(con todo lo que late en mí más allá de la mente y las palabras)
*Especialmente dedicado a la suerte de oveja que vive en Nueva York y a la que tanto extraña esta pobre coneja de hocico tibio y asustado.
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